La voz, esa magia que envuelve los espacios, los recrea y aviva. Ese universo que depende de la más sustancial materia de vida: el aire… Ese aliento que se vuelve palabra, canción, que permite soñar, recrear, imaginar…
Detrás de todos los discursos que escuchas, están las manos y oídos que esculpen el mensaje de la voz.
Porque toda buena historia necesita buena música.
Porque lo que se hace, se hace con amor.
Conoce aquí mi trabajo.
Tú quieres aprender y yo te voy a enseñar.